Abogado experto en Derecho Mercantil y Sociedades
Las sociedades, como realidades jurídicas, no son más que otro tipo de relaciones humanas. En ellas se dan todos los problemas que se derivan de la convivencia. El problema añadido en el caso de las sociedades comerciales es que uno ama a la resolución de una situación, una mala previsión o un mal diseño de la responsabilidades puede acarrear innumerables problemas en términos legales.
Conflictos con socios incumplidores. De forma preventiva conviene dejar muy claro en la constitución de la sociedad cuáles son las responsabilidades de cada uno de los socios. Cuando esto no será es importante tener un espacio claro para reclamar cuando uno de ellos no ha hecho bien su parte.
Bloqueos societarios. En muchas ocasiones una falta de consenso con respecto a una resolución concreta implica un bloqueo en el buen desempeño de la sociedad. Una buena asesoría legal puede representar los intereses de una de las partes y desatascar cualquier problema de bloqueo entre las partes.
Abuso de socios mayoritarios en contra de los minoritarios. Una empresa representa todo lo bueno y lo malo de cualquier grupo humano. En muchas ocasiones nos encontramos que un grupo dominante ejerce de forma abusiva su posición frente a otros que tiene una representación menor y por lo tanto una posición de debilidad.
Gestión deficiente y abusiva de los administradores. En muchas ocasiones los administradores de una sociedad ejercer una labor oscura que atenta contra nuestros intereses como propietarios de una parte de la compañía. Frente a un daño que la dirección de la empresa esté ejerciendo contra la misma o contra nuestros propias intereses es importante ganar fuerza con un buen control de los recursos legales.
Acuerdos abusivos. En muchas ocasiones las diferentes partes de la empresa obligan a acuerdos abusivos que desnivelan la relaciones entre desempeño y beneficio.
Diferencias injustificadas entre socios. Una sociedad como hemos dicho no es más que un acuerdo entre personas. Si embargo la realidad no responder muchas ocasiones con la representatividad que cada uno tiene en el reparto de la sociedad.
Para todos estos problemas tenemos soluciones efectivas que hacen que la sociedad se plantee desde el principio de una forma racional y clara con mas probabilidades de funcionar correctamente. Para ello realizamos una sociedad a su medida adaptada a su proyecto y a la estructura del grupo profesional que lo pone en marcha. Nos alejamos de la forma de trabajar de muchos profesionales que aplican unos estatutos tipo que nada tienen que ver con los socios que ponen en marcha el proyecto.
Liquidación de sociedades
Uno de los mayores problemas y quebraderos de cabeza de las sociedades es su disolución. Cuando los socios deciden separarse surgen normalmente todas las diferencias que tienen acumuladas desde hace tiempo.
Conflictos que llevan a la cancelación
A la hora de cancelar una sociedad las causas motivadoras son de todo tipo. Hay una para cada compañía. Sin embargo, los motivos cuando la causa es conflictiva obedece a patrones muy comunes. Estos son los más frecuentes:
La forma de reparto de los activos de la sociedad. Las empresas a la hora de cerrar han acumulado en la mayoría de los casos un cierto patrimonio que debe repartirse entre los socios. Generalmente en el cierre de la empresa siempre serán tensiones que en muchas ocasiones están derivadas de disputas en el proceso de cancelación de la sociedad. Si el reparto de los bienes no se ha planificado de una manera clara al principio, se puede llegar a situaciones muy desagradables y solamente la delegación en un abogado de la negociación puede impedir un mal mayor.
La disolución o no de la sociedad. La perspectiva de cada uno de los socios suele ser distinta. Que una parte desaparezca suele implicar problemas para las personas que se quedan en los objetivos trazados para la compañía. Al final crear una sociedad es una relación de dependencia, la cancelación de la misma prematuramente puede implicar lesiones en las expectativas de los otros.
La forma de reparto de la clientela. Tampoco es infrecuente que la sociedad se diluya actividad con los clientes continúe. Los clientes son parte de un activo de la sociedad que hay que saber repartir con arreglo a la ley.
Para todos estos problemas hay solución siempre que se sepan manejar correctamente la Ley y los estatutos de la Sociedad.
Sin lugar a dudas uno de los mejores instrumentos para regular todas estas cuestiones que hemos visto son los ESTATUTOS SOCIALES Y UNOS PACTOS DE SOCIOS ADECUADOS A CADA SITUACION PARTICULAR. Los pactos de socios son los acuerdos que los socios toman libremente sobre las cuestiones mas importantes de la sociedad.
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